Historia del tango
Es
generalmente aceptado que el tango nace en Buenos Aires a finales del
siglo XIX aunque algunos prefieren decir a modo conciliador, que
nació a las orillas del Río Plata, con el fin de contentar a los
uruguayos que reclaman una compaternidad del fenómeno.
Se
comienza a bailar en tugurios y lupanares, eran sólo prostitutas y
"camareras" las únicas mujeres presentes en las academias
o perigundines.La
Buenos Aires de los '80 poco a poco se descubría en las academias y
en los teatros, en las comedias, zarzuelas y otras obras.
Los
actores empezaron a cantar y bailar tango, funcionaban sólo bajo
autorización en los suburbios o barrios alejados del centro y si
bien en principio eran sólo para hombres, después incorporaron
mujeres contratadas para bailar.
Puesto
que se trataba de féminas dedicadas en alma y, sobre todo, en cuerpo
a sus accidentales acompañantes, el tango se comenzó a bailar de un
modo muy "corporal", provocador, cercano, explícito… de
un modo socialmente poco aceptable. Siendo ya un fenómeno emergente,
el tango comenzó a salir del arrabal de su ciudad de origen y empezó
a expandirse, dejaba
de ser exclusivo del arrabal para internarse poco a poco en el centro
de la ciudad, lo difundían por los barrios donde era común ver
parejas de hombres bailando en las calles.
Los "niños bien"
de Buenos Aires no tenían reparos en bajar a los arrabales para
divertirse, bailar y, de paso, levantarse alguna mina o alguna
"milonguita" que engatusaba o se dejaba engatusar. Y para
acercarse a la mujer no conocida, nada mejor que el tango. Por
supuesto, el tango no era aceptable en sus casas ni bailable con las
señoritas de su ambiente y por esa razón permaneció durante muchos
años como algo marginal y de clase baja.
Muchos
escritores consideran que el tango de finales del '80 combinaba
varios estilos de música. En él estaría involucrada la coreografía
de la milonga, el ritmo del candombe y la línea melódica, emotiva y
sentimental de la habanera.
Se
cree que el primer compositor de tango fue Juan Pérez, autor del
tango Dame
la Lata. Sin
embargo, es muy probable que hayan existido otros autores y canciones
anteriores. Además de la obra de Pérez, las primeras composiciones
fueron El
Tero y Andate
a la Recoleta.
Si
bien sus orígenes todavía polemizan las mesas de café de los
tangueros, no se discute el prestigio y reconocimiento que adquirió
internacionalmente.
Como
toda auténtica expresión artística, el tango desentraña nuestra
inextricable condición humana, revelando el espíritu porteño.
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